Homilías del Papa y Temas sacerdotales
Francisco \ Misa en Santa Marta
Homilía del Papa: En la tentación no se dialoga, se reza
El Santo Padre Francisco celebra la Misa matutina en la capilla
de la Casa de Santa Marta. - ANSA
10/02/2017 12:21SHARE:
(RV).- En la debilidad de
las tentaciones, que “todos” tenemos, la gracia de Jesús nos ayuda a no
escondernos del Señor, sino a pedir perdón para levantarnos e ir adelante. Lo
afirmó el Santo Padre en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla
de la Casa de Santa Marta, en que reflexionó acerca del diablo que tienta tanto
a Adán como a Eva, y también al Señor. Sin embargo, el Pontífice recordó que
con Satanás no se dialoga, porque se termina en el pecado, en la culpa y en la
corrupción. Lo que hay que hacer – dijo
– es seguir la Palabra de Dios.
El diablo embauca con el diálogo
Las tentaciones llevan a escondernos del Señor, permaneciendo
con nuestra “culpa”, con nuestro “pecado”, con nuestra “corrupción”. Partiendo
de la primera lectura del día, tomada del Libro del Génesis, el Papa Bergoglio
se detuvo sobre la tentación de Adán y Eva, y después sobre la de Jesús en el
desierto.
Es el diablo – explicó el Obispo de Roma – “el que se hace ver
en forma de serpiente”. Es “atrayente” –
dijo – y con su astucia trata de “engañar”, es un “especialista” en
esto, es el “padre de la mentira”, es un “mentiroso”. Sabe cómo engañar y cómo
“estafar” a la gente. Lo hace con Eva: la hace “sentir bien” – prosiguió
diciendo Francisco – y así comienza el
“diálogo” y “paso tras paso”, Satanás la conduce hacia donde él quiere.
En cambio con Jesús es diferente, para el diablo “termina mal”,
recordó el Papa. Y añadió: “Trata de dialogar” con Cristo, porque “cuando el
diablo enreda a una persona lo hace con el diálogo”, trata de engañarlo, pero
Jesús no cede. Y el diablo se revela por lo que es, pero Jesús da una respuesta
“que no es suya”, es la Palabra de Dios, porque “con el diablo no se puede
dialogar”, de lo contrario se termina como Adán y Eva, “desnudos”.
“El diablo es un mal pagador, ¡no paga bien! ¡Es un estafador!
Te promete todo y de deja desnudo. También Jesús terminó desnudo, pero en la
cruz, por obediencia al Padre. Otro camino... La serpiente, el diablo es
astuto: no se puede dialogar con el diablo. Todos nosotros sabemos lo que son
las tentaciones, todos lo sabemos, porque todos las tenemos. Tantas tentaciones
de vanidad, de soberbia, de avidez, de avaricia… Tantas”.
La corrupción comienza con poco
Hoy – añadió textualmente el Santo Padre – se habla tanto de
corrupción. Y también por esto se debe pedir ayuda al Señor:
“Tantos corruptos, tantos peces gordos corruptos que hay en el
mundo de los cuales conocemos la vida por los periódicos: quizás hayan
comenzado con una pequeña cosa, no sé, para no ajustar bien el balance y
aquello que era un kilo: no, hagamos 900 gramos pero que parezca un kilo. La corrupción comienza con
poco, como esto, con el diálogo: ‘Pero no, ¡no es verdad que te hará mal este
fruto! ¡Cómelo, es bueno! Es poca cosa, nadie se da cuenta. ¡Hazlo, hazlo!’. Y
poco a poco, poco a poco, se cae en el pecado, se cae en la corrupción”.
En la tentación no se dialoga, se reza al Señor
Hacia el final de su homilía el Papa dijo que la Iglesia nos
enseña a “no ser ingenuos”, por no decir “tontos”. De modo que hay que tener
“los ojos abiertos”, y debemos pedir ayuda al Señor “porque solos no podemos”. Adán y Eva se
“esconden” del Señor: en cambio, se necesita la gracia de Jesús para “volver y
pedir perdón”. Y concluyó diciendo:
“En la tentación no se dialoga, se reza: ‘Ayúdame, Señor, soy
débil. No quiero esconderme de ti’. Esto es valor, esto es vencer. Cuando tú
comienzas a dialogar terminarás vencido, derrotado.
Que el Señor nos dé la
gracia y nos acompañe en este coraje. Y si somos engañados por nuestra
debilidad en la tentación, que nos dé el coraje de levantarnos y de ir
adelante. Para esto ha venido Jesús, para esto”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
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